Dharavi, suburbio de Bombay, ciudad de parias y uno de los más degradados arrabales del planeta. Casi 400.000 habitantes por kilómetro cuadrado te esperan, con una sonrisa, en sus humildes chabolas mientras sobreviven a su encastado destino. Son pobres e ‘intocables’, pero sin armas, sin violencia ni casi delincuencia.
«No lleves dinero. No te hará falta. Aquí nos manejamos con pequeños y coloridos trozos de plástico que nos sirven como moneda y trueque.»
El futuro de este barrio, “slum”, poblado, suburbio o como se lo quiera llamar, es un futuro incierto para sus pobladores y más que evidente para quienes gestionan la ciudad. Los políticos tienen claro que lo deseable es acabar con este espacio feo e indeseable y reorganizar el espacio público de modo rentable.